Las gramíneas, se encuentran en casi todos los ecosistemas del mundo, y son dominantes, en muchos lugares donde crecen. Buena parte de lo que permitió ser dominante a la familia de las gramíneas, es su capacidad natural para la dispersión. Los frutos de las gramíneas viajan de muchas maneras: en el viento, en el vientre y estómago de animales, o adheridos a la piel de animales (Linder et al., 2018).
