Es común observar que el nivel de producción animal en nuevas pasturas tiende a declinar con el aumento de la edad de las mismas, y de hecho los primeros registros históricos se remontan a 1882 (Joulie, citado por Robbins et al., 1987). Ese fenómeno ocurre aún en pasturas bien manejadas y adecuadamente fertilizadas, siendo la caída en producción animal más acentuada en los primeros dos años y luego lentamente tiende a estabilizarse. Desde luego, mal manejo del pastoreo inadecuada fertilización, e incidencia de malezas y plagas causan la degradación de las pasturas en tanto que la declinación a que se hacía referencias antes es un fenómeno natural. Esta declinación natural es el objeto inicial del presente comentario, que se concentra en pasturas de gramíneas tropicales, seguida por una breve discusión las consecuencias de la degradación inducidas por gestión deficiente de la utilización de pasturas. En Brasil se considera que 50% de las pasturas están degradadas, otro 30% en diversos estados de degradación y sólo 20% se encuentran en buenas condiciones (Días-Filho, 2014). Pasturas degradadas inducen reducción de la producción animal, pero también perjudican las condiciones del suelo que llevan a degradación ambiental (Macedo et al., 2013).
En el presente documento se trata primero la declinación inicial, y a seguir, la degradación causada por mal manejo, en pasturas de gramíneas tropicales.